Las tecnologías de almacenamiento de energía solar en constante evolución incluyen baterías de ion-litio, sistemas de
almacenamiento térmico y volantes de inercia. Las baterías de ion-litio son líderes en el mercado por su elevada densidad energética, vida útil y eficiencia. El
almacenamiento térmico, por otro lado, utiliza sales fundidas o fluidos orgánicos para retener calor, liberándolo posteriormente para generar electricidad. Los volantes de inercia almacenan energía en forma cinética mediante rotación, con potencial para una rápida descarga y recarga.